Nuestra historia

Siempre he sido amante de los perros, independientemente de si son de raza o mestizos. De hecho, mi primer perro fue una mestiza de schnauzer que marcó para siempre mi forma de ver y sentir a los animales.

Pero a los 23 años descubrí algo que marcaría mi vida para siempre: los perros de trabajo. Conocí al Border Collie y quedé completamente fascinada por su enorme capacidad de aprendizaje, su inteligencia y, sobre todo, por esa conexión tan especial que crea con su guía, trabajando en equipo, con una complicidad casi mágica.

Profundizando en esta pasión llegué al Pastor Australiano, una raza muy similar al Border Collie, pero con una morfología distinta y un temperamento algo más equilibrado. Menos obsesiones, más calma… pero la misma inteligencia, las mismas ganas de aprender y trabajar, y un instinto natural de protección hacia su familia. Un perro atento, sensible y protector, y al mismo tiempo tremendamente social y cariñoso cuando entiende que puede bajar la guardia.

Fue entonces cuando, casi sin darnos cuenta, el destino empezó a encajar las piezas. En esa misma etapa conocí a mi pareja, criador de Burros Americanos Miniatura. Juntos comenzamos a profundizar cada vez más en la raza del Pastor Australiano, con la idea cada vez más clara de en un futuro criar esta maravillosa raza.

Y cuanto más aprendíamos, más nos enamorábamos… hasta que descubrimos que existía su versión en tamaño reducido: el Pastor Americano Miniatura (miniaussie). Curiosamente, compartía nombre con nuestros burritos Americanos Miniatura. En ese instante supimos que no era una casualidad.

El Pastor Americano Miniatura reunía todo lo que buscábamos: un perro perfectamente adaptable a la vida urbana gracias a su tamaño ideal para viviendas más pequeñas, un temperamento equilibrado con un nivel de energía medio-alto, extremadamente familiar y cariñoso sobretodo con los más pequeños de casa. Inteligente, sensible y leal… un auténtico osito de peluche con un instinto de proteger a su familia. Era exactamente lo mismo que el Pastor Australiano solo que más pequeño.

Tardamos casi un año en encontrar a los ejemplares perfectos. Finalmente los encontramos en Francia, cerca de París, en dos criaderos distintos pero con una filosofía de cría idéntica a la nuestra: la cría familiar, basada en el respeto, el bienestar y el amor por el perro, la raza y su genética. Los reservamos y, cuando llegó el momento, fuimos personalmente a buscarlos.

Y ahí empezó todo.

Con Tiny, nuestra hembra principal: 36 cm, un precioso color blue merle y unos ojos azules capaces de hipnotizar y enamorar a cualquiera que la mire.

Y con Iron, nuestro semental principal: 40 cm, un elegante y espectacular color chocolate rojizo tricolor, intensos ojos ámbar y un temperamento tan dulce y cariñoso que derrite a todo aquel que recibe su atención. Ellos no solo marcaron el inicio de nuestro proyecto… marcaron el inicio de una forma de criar basada en el amor, el respeto y la pasión por la raza.

Y así, casi sin darnos cuenta, lo que empezó como un sueño compartido se convirtió en Miniature Paradise: un lugar donde cada cachorro nace para formar parte de una familia, y donde cada historia comienza y termina con una sonrisa.